"Con el tiempo las modas cambian: los adultos fuimos perdiendo la alegría social, y... poco a poco se diluyó ante el avance del "progreso" como un fantasma en retroceso a su propia dimensión: la tierra de los sueños, del recuerdo, de la anécdota y de un mundo donde todo parecía tener sentido. Donde la pobreza era digna y nunca fue un impedimento para ser feliz. Donde la ilusión sobre un futuro mejor era casi una certeza, la amistad era un valor, el juego era reflexión y los bienes materiales nunca tuvieron más importancia que las personas, por lo que estas eran más valoradas.
En esa época “todos” eran mis amigos y al igual que la canción de Serrat (“Mis amigos son unos atorrantes”), yo me sentía fiel a esa amistad…”
Así nos resume el autor una época diferente pero no lejana, vivida por muchos de nuestros abuelos.
Autor: Carlos Alberto de Luca
68 páginas
"Con el tiempo las modas cambian: los adultos fuimos perdiendo la alegría social, y... poco a poco se diluyó ante el avance del "progreso" como un fantasma en retroceso a su propia dimensión: la tierra de los sueños, del recuerdo, de la anécdota y de un mundo donde todo parecía tener sentido. Donde la pobreza era digna y nunca fue un impedimento para ser feliz. Donde la ilusión sobre un futuro mejor era casi una certeza, la amistad era un valor, el juego era reflexión y los bienes materiales nunca tuvieron más importancia que las personas, por lo que estas eran más valoradas.
En esa época “todos” eran mis amigos y al igual que la canción de Serrat (“Mis amigos son unos atorrantes”), yo me sentía fiel a esa amistad…”
Así nos resume el autor una época diferente pero no lejana, vivida por muchos de nuestros abuelos.
Autor: Carlos Alberto de Luca
68 páginas